sábado, 30 de octubre de 2010

Bajo el agua de la bañera, la vista se nubla, el aire se vuelve espeso y el sonido se distorsiona. Sumergida, deleito este fugaz momento en esta realidad paralela. Aislada, mis sentidos disfrutan, aquí dónde nada importa, dónde no existen fronteras entre lo concreto y lo abstracto. Dónde, desnuda de prejuicios, olvidando todo lo existente, mi pelo y mi piel se destensan. No hay fuerzas, no hay leyes, nadie ha dominado aún el agua. Mi mente, en libre albedrío, siente que sí puede ser por fin ella misma. No hay cadenas, no hay corrientes, no hay contaminadores de mentes, ni mentiras ni epidemias que convierten en estúpidos a sus víctimas. Este tiempo, tan efímero cómo lo es mi oxígeno, me obliga a volver a la estúpida superficie. Aquí, fuera y tiritando, desearía ser pez otra vez. Teniendo tan solo tres segundos de memoria, viviendo eternamente ignorante y, aparentemente, eternamente feliz.

2 comentarios:

  1. Creo que es la primera vez que veo a una adolescente reivindicarse como tal en lugar de hacerlo como adulta y/o madura: me parece un punto de partida interesante, distinto; eres una caja de sorpresas, Gemma. Saludos muy cordiales,besos.

    PD: Con el sólo de pero de conformarse con la apariencia de felicidad. Es algo tan escaso, que vamos a tratar de disfrutarla verdaderamente, ¿ no?
    PD2: "desearía ser pez otra vez" es una frase magistral, construye muy bien la idea de irse de todo ( con independencia de lo que pueda sugerirnos esa idea, claro)

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  2. No entenc la teva sublim capacitat per poder arribar a descriure un moment tant ple de sensacions com es aquest!
    impresionant...

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