domingo, 3 de mayo de 2009




Escuchar el silencio de tus labios y los gritos de tus ojos. Que me comprendas sin preguntar, y que me preguntes cuando no haya dudas. Que me invadas a retóricas y nos ahorremos las respuestas. Gritarle a Abril que deje ya de llorar. Y pedirle que me abraces sin un porqué. Conocerte de nuevo. Que me beses por primera vez. Que me recites poesía con la mirada. Pausado. Sin prisa. Sin tiempo. Marcando el ritmo con las pupilas. Describiendo cada verso con el brillo de tus ojos. Y me sostengas la mirada. Y me rinda ante la tuya. Tú ganas… Que me regales una flor sin olor y me perfumes con palabras. Que enmudezcas a media frase, y valoremos el silencio. O no; mejor que sigas. Si, mejor. Pero que no tenga sentido lo que estés diciendo. Y que nos dé igual. Y que nos haga gracia. Que decidamos improvisar. Que nos volvamos locos, si es que no lo hemos estado ya.

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