Tenía miles de cosas en su presente, creando aquella utopía que siempre soñó en sus paseos por las calles de lo que era hoy la ciudad olvidada; las ruinas de su pasado. Sólo ahora advertía que en el momento de diseñar sus sueños olvidó por completo las cuatro cosas más importantes. Y ahora, como el peor de los males, la incertidumbre sobre su vida la cegaba, dañando hasta las entrañas su vulnerable mirada infantil…
Qué encierro más injusto... demasiado melancólico para cuadricular tantos sueños de diseño.
ResponderEliminarBesos.